BIEN-ESTAR, BIEN-VIVIR, BIEN-LOGRAR
- 12 jun
- 2 Min. de lectura
Es la 1:00 pm. Estás agotado. A tope. Drenado. Pero no corriste un maratón. Ni siquiera hiciste un esfuerzo enorme. Esto no es pereza. Es neuro-fatiga un drenaje mental silencioso causado por la sobrecarga, no por el esfuerzo.
Es el agotamiento del sistema nervioso debido a un uso intensivo, constante y prolongado de la capacidad cognitiva. No es solo “cansancio mental”, es una sobrecarga de estímulos, decisiones y esfuerzo sostenido que ya te agotó.
Te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. Una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva te llevarán a hacer algo diferente (#HAD).
Líderes y ejecutivos experimentan fatiga, y podrías identificar en ti, alguna de las causas siguientes:
Decisiones constantes bajo presión.
Sobrecarga de información (mails, reuniones, métricas, interrupciones).
Multitarea crónica (saltos continuos entre contextos y prioridades).
Alto estrés sostenido.
Falta de descanso profundo y recuperación mental.
Desconexión emocional o sentido de propósito difuso.
Claro, en un contexto como el que vivimos, podrías experimentar algunos síntomas como:
Sensación de “mente nublada” o dificultad para pensar con claridad.
Baja tolerancia a la frustración o a los cambios.
Incapacidad para tomar decisiones simples.
Pérdida de motivación, entusiasmo o creatividad.
Irritabilidad o distanciamiento emocional.
Fatiga física que no mejora con el descanso habitual.
Te preguntarás, ¿cómo puedo prevenir la neuro-fatiga? Aquí tienes siete estrategias para recuperar tu energía.
Diseña espacios de recuperación cognitiva: pausas reales, no micro distracciones. Prácticas de 90' por 10' de descanso, realmente funcionan.
Practica la toma de decisiones consciente: menos opciones, más claridad. Qué decisiones tomas hoy y cuáles dejas para mañana.
Ten tu foco en una sola tarea (deep work): eliminar multitasking innecesario y poco eficiente.
Dormir profundamente y proteger los ritmos circadianos.
Ejercitar el “no” estratégico: reducir los compromisos innecesarios.
Conectar con tu propósito y motivación interna.
Tener espacios de coaching o mastermind que regulen, enfoquen y contengan.
Te preguntarás, ¿por qué es importante hablar de esto contigo? Porque muchos creen que están “quemados” o “fallando”, cuando en realidad están fatigados cognitivamente.
Reconocerlo te permitirá cambiar el enfoque y la estrategia: no se trata de hacer más, sino de liderar desde un lugar diferente. ¿Y cuál es ese lugar? No es desde el estrés, sino desde las posibilidades.
Y con ello, ¿qué harás diferente?
Acciones pequeñas que te acercan a un gran objetivo.






Comentarios