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Resiliencia

  • 19 ene
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 11 mar

Cómo prosperar bajo presión y mantener tu bienestar intacto


Te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. Cada semana tienes una oportunidad de crecimiento por medio de una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva, que te llevarán a hacer algo diferente (#HAD). 



Resiliencia
Resiliencia

En el mundo empresarial, el estrés es casi inevitable. Las decisiones críticas, la presión por resultados y la constante necesidad de adaptarse pueden hacer que parezca una barrera en lugar de un facilitador.


Sin embargo, la neurociencia demuestra que el estrés puede convertirse en tu mejor aliado, potenciando tu desempeño, liderazgo y resiliencia para disminuir la presión por las decisiones críticas, los plazos ajustados y una agenda implacable.


La pregunta no es solo cómo sobrevivir, sino cómo prosperar bajo presión sin comprometer tu bienestar físico, mental y emocional.


La buena noticia,


El cerebro es maleable y puede aprender nuevas respuestas frente a la ansiedad. Tiene la capacidad de reconfigurarse. Las prácticas repetitivas, fortalecen las conexiones neuronales y gestionan el manejo del estrés.

Ser resiliente no significa evitar el estrés, sino entrenar el cerebro para responder de manera más eficiente y consciente. Con tiempo y práctica, estas estrategias pueden transformar cómo manejas los desafíos y fortalecerán tu capacidad para prosperar.


Empecemos por entender el estrés: el lado positivo


El estrés como activador. En niveles moderados, el estrés positivo (eustrés), puede mejorar la atención, la memoria y la motivación. Imagínate que estás ante una presentación importante, el aumento de cortisol y adrenalina te preparan para rendir mejor.

Cuando percibes el estrés como un desafío en lugar de una amenaza, el cerebro activa redes neuronales que aumentan la creatividad, la resolución de problemas y la flexibilidad cognitiva. Solo deberás vigilar cuánto estrés es funcional y cuándo su nivel ya es un bloqueador para tener una mente clara.


Ahora, cambiemos tu percepción respecto al estrés

La clave está en reinterpretar el estrés como una oportunidad de crecimiento. Aquí te presento la forma de llevarlo a cabo con éxito:

Prácticas consistentes de respiración, relajación, descanso, recuperación y ejercicio, fortalecen las conexiones neuronales y favorecen la calma y el control.

Ser resiliente no significa evitar el estrés, no es solo resistir la tormenta, sino bailar bajo la lluvia. Cuando integras estrategias de bienestar en tu liderazgo, no solo beneficias tu desempeño, sino también el de tu equipo y organización.

Es momento de reentrenar el cerebro para responder de manera más eficiente y consciente. Con tiempo y práctica, estas estrategias pueden transformar cómo manejas los desafíos y fortalecer tu capacidad para prosperar.


Te presento 4 acciones que podrás emprender para una gestión personal, que haga una diferencia en la forma en que lidias con el estrés:


1.       Cambia tu mentalidad sobre el estrés: de amenaza a herramienta estratégica

Como líder, tu perspectiva respecto al estrés no solo afecta tu bienestar, sino también el de tu equipo. Ver el estrés como una oportunidad en lugar de un obstáculo, te coloca en una posición de control.

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  • Reenfoca tus pensamientos: En lugar de pensar: "Este trimestre es un caos", piensa: "Este desafío es una oportunidad para innovar y crecer." Este cambio activa la corteza prefrontal, mejorando tu capacidad de resolución de problemas.

  • Predica con el ejemplo: Los equipos se ven impactados por las respuestas emocionales de sus líderes. Si muestras confianza frente al estrés, inspiras calma y enfoque en tu organización.

 

2. Usa el estrés como catalizador para el desempeño

El estrés genera una descarga de adrenalina y cortisol que puedes aprovechar para impulsar tu energía y concentración en tareas clave.


  • Reconocer el estrés sin resistirlo reduce su impacto

Estudios muestran que etiquetar emociones como "me siento nervioso" activa la corteza prefrontal, disminuyendo la intensidad de las emociones negativas. Cada vez que eres consciente del estrés que tienes, puedes usarlo o reducirlo.

  • Prioriza lo importante

    En momentos de presión, identifica las actividades que generan el mayor impacto en los resultados y enfócate en ellas. Este enfoque estratégico reduce la sensación de sobrecarga.

  • Crea micro-objetivo

    Divide proyectos complejos en tareas pequeñas y alcanzables. Celebrar cada avance activa la dopamina (químico en el cerebro que nos hace sentir estimulado y feliz, cuando logramos o disfrutamos algo), manteniéndote motivado y optimista.

 

3. Lidera bajo presión con confianza

Tu capacidad para manejar el estrés bajo presión define tu efectividad como líder. Aquí hay estrategias específicas:

  • Practica las 3 C’s.

Las 3c’s son conciencia, cancelación y corrección. Son un excelente ejercicio para reducir el estrés cuando no está siendo tu aliado.

Conciencia para ver las señales de tu cuerpo: ansiedad, temor, preocupación, incertidumbre, culpa, molestia, vergüenza, enojo.

Cancela ese estado para silenciar tu voz interna. Podrás decirte algo como lo siguiente: no tengo tiempo ni ganas para atender esa voz interna que me quita certezas.

Corrige recordando las fortalezas que tienes para resolver lo que te tiene así. Enlista tus talentos y capacidades para fortalecer tus convicciones

 

  • Establece un marco de control:

    Identifica lo que puedes controlar y deja de lado lo que no. Esto reduce la sensación de incertidumbre y activa tu pensamiento lógico en lugar de una reacción emocional.

  • Apóyate en tu equipo:

    Delegar no solo aligera tu carga, sino que también empodera a tus colaboradores, creando un círculo de confianza mutua y mayor resiliencia organizacional.


4. Equilibra el estrés con recuperación activa

Un alto rendimiento sostenido no es posible sin momentos de recuperación. La neurociencia demuestra que estas pausas fortalecen la capacidad de respuesta al estrés.


  • Pausa para reflexionar:

    Dedica tiempo a analizar las lecciones aprendidas tras períodos intensos. Esto refuerza conexiones neuronales que facilitan el manejo del estrés futuro.

  • Durante el día, toma pausas cortas para respirar profundamente y reiniciar tu sistema nervioso.

  • Crea rituales de desconexión:

    Define momentos para desconectarte de las exigencias laborales, ya sea a través de ejercicio, hobbies, meditación o tiempo con tus seres queridos. Esto reactiva el sistema nervioso parasimpático, promoviendo calma y claridad mental.


Beneficios empresariales de hacer del estrés tu aliado


Al convertir el estrés en una fuerza positiva, no solo mejoras tu desempeño personal, sino también los resultados organizacionales:


  • Decisiones más estratégicas: Una mentalidad positiva frente al estrés fomenta claridad y reduce errores impulsivos.

  • Mayor resiliencia del equipo: Tu enfoque hacia el estrés inspira a otros a manejar los desafíos con confianza y proactividad.

  • Bienestar sostenible: Un líder que equilibra desempeño y recuperación lidera con el ejemplo, promoviendo una cultura empresarial más saludable.


Ejercicio para líderes:


Enfrenta tu próximo desafío con esta estrategia:

  1. Identifica la oportunidad: Piensa en cómo este desafío puede beneficiar tu crecimiento o el de tu empresa.

  2. Redefine el estrés: Di en voz alta: "Este estrés es una señal de que estoy comprometido y listo para liderar."

  3. Actúa con intención: Usa la energía del estrés para abordar las prioridades más importantes con enfoque renovado.

 

“El entusiasmo es común. La resistencia es rara."

- Angela Duckworth

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