Una regla que cambiará tu vida: el truco de productividad más subestimado de nuestro tiempo.
- 4 sept
- 3 Min. de lectura
“La forma en que inicias tu día determina el nivel en el que lideras tu vida.”
He acompañado a cientos de líderes a reescribir su historia profesional y todos tenían algo en común: estaban listos para hacerlo diferente, por eso, te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. En donde una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva te llevarán a hacer algo diferente (#HAD).
En el vértigo del mundo ejecutivo, la mayoría comete un error silencioso, pero costoso: comenzar el día directo en modo “respuesta”, revisando correos, mensajes y pendientes incluso antes de conectar consigo mismos. ¿Te suena? Tengo clientes que lo primero que hacen en las mañanas es escuchar o leer noticias... porque quieren mantenerse al día; sin embargo, no ven el costo que implica elevar sus niveles de cortisol y, por lo tanto, su estrés.
Esta es una reflexión fundamental de cómo abordar tu mañana, sin que tu día te maneje a ti.
La ciencia del rendimiento y el bienestar lo confirma: lo que haces en la primera hora del día define la calidad de tus decisiones, tu energía y tu claridad mental, y eso, seguramente te interesa.
Déjame compartir algunos datos contigo de la relevancia que tiene abordar tu primera hora del día de una forma diferente:
La neurociencia muestra que tu mente despierta con más capacidad creativa y estratégica, antes de que las urgencias tomen el control, eso quiere decir que es un buen momento para definir qué es lo más relevante en tu día, antes de responder mensajes o correos.
En términos de productividad real, entrar directo a los asuntos del “negocio” te coloca en un ciclo reactivo. Invertir en ti primero te permite liderar con intención y foco.
Hablando de bienestar ejecutivo, un espacio contigo mismo reduce los niveles de cortisol (estrés) y fortalece tu capacidad de manejar la presión.
¿Suficientes argumentos?
Un líder que se da espacio cada mañana no solo evita el agotamiento, sino que multiplica su impacto. No es un lujo, es un hábito estratégico.
Aquí están las recomendaciones que podrás seleccionar para empezar tu día.

Sigue la regla #1: no empieces tu día de trabajo antes de las 8:00 am. Empieza con cualquiera de las opciones que están a continuación. “El verdadero liderazgo comienza antes del primer correo.”
Crea un espacio de silencio (5-10 minutos): meditación breve, respiración consciente, momento de agradecimiento o simplemente estar presente antes de tomar el teléfono. Aplicaciones como Calm o Inner Now conducen a la reflexión y a la respiración por 10 minutos. Baja inversión de tiempo y ganancia en bienestar y equilibrio.
Haz una reflexión estratégica: pregúntate: “¿Qué es lo más importante que debo lograr hoy para avanzar hacia mi visión?” Tu FUTURO YO te lo agradeceré porque estarás alineando lo que quieres con tus acciones cotidianas.
Haz del movimiento una práctica: una hora de gimnasio, estiramientos o una caminata para activar tu energía. Esta es mi recomendación favorita. Noto la forma en que se despeja mi mente, descargo tensión y recargo mi energía.
Lleva a cabo una planificación consciente: elige 3 prioridades clave antes de abrir tu correo. Eso marcará la diferencia en cómo lideras el día.
Cero pantallas al despertar: tu mente es tu activo más poderoso; protégela de distracciones y noticias en la primera hora.
Un ejecutivo que se da espacio en la mañana no pierde tiempo: gana poder, claridad y dirección.
El alto rendimiento sostenible empieza en ti. Conoce cómo tu mente puede ser tu mayor aliada o tu mayor obstáculo. Explora The Corporate Membership y sé de los que, estando acompañados a crecer y lograr, incrementan su desempeño y bienestar.





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