Dos mentes, un líder: cómo superar la resistencia al cambio
- 11 sept
- 3 Min. de lectura
"Lo que más limita a un líder no está en su agenda, está en su cabeza."
¿Alguna vez te has preguntado por qué, incluso sabiendo lo que deberías cambiar, terminas repitiendo los mismos patrones? ¿Crees que te faltó disciplina? La respuesta es no, es tu mente protegiéndote de sueños, aspiraciones, cambios y de los retos que quieres afrontar.
Te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción, en donde una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva te llevarán a hacer algo diferente (#HAD).
Cómo opera la mente: el sesgo invisible
Déjame brindarte un sustento con neurociencia.
La parte más primitiva de nuestro cerebro prioriza la seguridad y economía de energía, es por eso que el cerebro interpreta a los cambios como una amenaza ante el sentido de conservación que todos tenemos.
Cuando hay una intención de cambio, el sistema medio (límbico) activa la alerta frente a lo desconocido.
Si decidimos avanzar con el reto, la corteza prefrontal, responsable de nuestro progreso, se activa y entrenamos a la mente para tolerar incertidumbre, pensar estratégicamente y conectar con la visión de largo plazo.
Tenemos dos mentes
Tenemos una mente que ayuda a progresar y otra diseñada para sobrevivir... lo que nos complica las posibilidades de cambio.
La mente diseñada para la supervivencia
Detecta riesgos, evita errores y te mantiene en lo conocido.
Activa el miedo, la duda, la procrastinación y la resistencia al cambio.
Se rige por el “qué puede salir mal” y por la necesidad de control.
Cuando la mente busca mantener el estatus quo; es decir, que nada cambie, que todo permanezca igual y que evitar el reto parezca lo más seguro, surge esa voz interna que interfiere. Esa voz que impacta nuestros pensamientos, certezas, posibilidades, comportamientos, relaciones y, finalmente, nuestros resultados.
Esa voz en tu interior genera estrés, enojo, frustración, ansiedad, molestia, culpa, incertidumbre, temor, duda, infelicidad, impactando directamente nuestra:
Efectividad,
Decisiones,
Bienestar.
La mente diseñada para progresar
También tenemos una mente responsable de avanzar a través de ser nuestra parte creativa, visionaria y expansiva.
Nos conecta con el sentido de propósito, innovación y posibilidades, y es la que permite liderar el cambio, ver oportunidades donde otros solo ven amenazas y generar crecimiento sostenible.
La trampa de la resistencia al cambio
Seguramente pasa por tu mente la idea de querer implementar una nueva estrategia, pero también el impulso de aferrarte al modelo actual. Quieres delegar más, pero terminas microgestionando y piensas en innovar en el mercado, pero pospones decisiones “hasta tener más certeza”.
La resistencia no es debilidad, es solo un mecanismo de autoprotección de la mente de supervivencia.
Aquí el gran reto es definir a cuál de las voces le va a hacer caso.
Te presento las siguientes estrategias para cuando te des cuenta de que estás en modo supervivencia, puedas hacer el cambio que necesitas.
Estrategias prácticas para ejecutivos
Detecta la voz de la supervivencia: cuando dices “no es el momento”, “quizá después”, “no estoy listo”, "más adelante tendré mejores probabilidades", probablemente es resistencia disfrazada.
Activa la mente de progreso: conecta con la visión de futuro y pregúntate: “¿en quién me quiero convertir? Piensa en tu yo futuro y pregúntate: ¿qué versión mía quiero en 3 años?”
Toma microdecisiones valientes: no necesitas transformar todo hoy, pero sí dar pasos que incomoden lo suficiente para crecer.
Entrena tu mente diariamente: espacios de reflexión, escritura o coaching para fortalecer tu capacidad de elegir desde el progreso y no desde el miedo.
“Un líder que actúa solo desde la mente de supervivencia, administra lo que ya existe. Un líder que activa su mente de progreso diseña lo que todavía no hay. La diferencia está en tu capacidad de reconocer desde dónde estás tomando decisiones.”
¿Hoy estás liderando desde la protección o desde la posibilidad?
Hasta la próxima conversación.






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