Del agotamiento al avance
- 11 dic 2024
- 4 Min. de lectura
7 pasos prácticos para que los líderes superen el estrés y recuperen el bienestar
Te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. Cada semana tienes una oportunidad de crecimiento por medio de una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva, que te llevarán a hacer algo diferente (#HAD).
Esta semana, abordaremos el tema del agotamiento. Superar el agotamiento no es solo una cuestión de bienestar personal; también es una necesidad profesional. La constante presión por tomar decisiones importantes, manejar equipos y mantener resultados, genera un estrés crónico que se convierte en una realidad inevitable y, si no se gestiona adecuadamente, puede transformarse en agotamiento.
Imagina tu tiempo y energía como dos botes llenos cada mañana y que van drenando a lo largo del día, quedándote cada vez menos tiempo y una cantidad menor de energía.
Los botes pueden estar completos cada mañana o verse reducidos por exceso de estrés, largas horas de trabajo, falta de un sueño reparador, cansancio, encontrarte ansioso o con una mente saturada.
Pensemos que tu bote de tiempo está completo pero el de energía esta mañana está más abajo de su nivel normal y tus señales son fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarte y una sensación de desconexión emocional.
Contarás con estrategias para mantener tu tiempo y energía en sus mejores condiciones, así que aquí tienes los 7 pasos para que superes el estrés y generes bienestar:

1. Reconoce las señales de agotamiento
El primer paso siempre es tener conciencia para reconocer el estrés que estás experimentando. Una mente clara, despejada, enfocada, es lo que necesitas y el agotamiento no solo afecta el rendimiento, sino también la capacidad de tomar decisiones, las relaciones personales, la salud física, mental y emocional.
Acción práctica: Evalua tu nivel de estrés y el impacto que está teniendo. Identificarlo es el primer paso para reducirlo.
2. Establece límites claros
Los líderes a menudo sienten la necesidad de estar disponibles todo el tiempo, y sabes que eso tiene sus desventajas. Aprende a decir "no" de forma estratégica y protege tu tiempo y energía para evitar sobrecargarte.
Acción práctica:
Establece bloques de tiempo para tareas importantes.
Aprende a delegar actividades que no requieren tu intervención directa.
Declina reuniones o proyectos que no estén alineados con tus objetivos prioritarios.
3. Recupera tu energía con micro descansos
El agotamiento es a menudo el resultado de una gestión ineficaz de la energía. Lo que necesitas son prácticas diarias que te recarguen.
Acción práctica:
Programa pausas breves de 5 a 10 minutos, cada 90 para estirarte, respirar o caminar.
Desconecta tu mente de dispositivos electrónicos esos minutos para reducir la fatiga mental.
4. Prioriza tu bienestar físico y mental
Un cuerpo sano sostiene una mente clara. Aunque el ejercicio y la meditación puedan parecer "extras" cuando estás ocupado, en realidad son la mejor inversión de tu tiempo para potenciar tu rendimiento.
Acción práctica:
Incorpora al menos 30 minutos de actividad física diaria, como caminar, nadar o practicar yoga.
Experimenta con técnicas de relajación, como mindfulness o respiración profunda, para reducir el estrés en momentos críticos. Tres respiraciones profundas, conscientes, son un buen mecanismo para reducir la tensión y esa práctica, te lleva 30 segundos. Nada, ¿cierto?
5. Encuentra claridad en tus prioridades
El estrés a menudo surge cuando intentamos abarcar demasiado. ¿Reconoces esa señal? Reflexiona respecto a tus objetivos estratégicos y enfócate en ellos para reducir la sensación de estar "disparando" en diversas direcciones.
Acción práctica:
Cada semana, revisa tus prioridades y elimina tareas que no aporten un impacto significativo.
Usa la regla del 80-20 para identificar ese 20% que entrega el 80% de valor y mantén tu foco y compromiso con lo que es prioritario.
6. Construye una red de apoyo
Para enfrentar el agotamiento, conversa con tu coach, tu grupo de Mastermind, tus colegas, o tu mentor, para ayudarte a pensar, encontrar soluciones y ver nuevas perspectivas. Incrementar tus posibilidades cuando ya no las estás viendo con claridad, es factor clave para despejar tu mente e incrementar tus opciones.
Acción práctica:
Busca espacios seguros para compartir tus desafíos.
Si no tienes un coach, considera trabajar con un coach ejecutivo para identificar barreras y construir estrategias de avance personalizadas.
7. Celebra tus logros y aprende a soltar
Dicen por ahí, que mejor progresión que perfección. Tú, ¿qué opinas?
El perfeccionismo es una causa común de estrés entre los ejecutivos. Es importante aprender a reconocer tus logros y dejar ir la necesidad de hacerlo todo a la perfección.
Acción práctica:
Al final de cada día, escribe tres cosas que hayas logrado y por las que te sientas agradecido.
Define cada mañana, cual es el 20% que tiene que estar perfectamente ejecutado y cuál es ese 80 que estará bien hecho. Esta regla te permitirá tener una mejor gestión de lo relevante.
Acepta que no todo tiene que ser perfecto; el progreso es más valioso que la perfección.
Y para hacer algo diferente (#HAD), compromete acciones que te llevarán a un futuro mejor:
Las tres acciones que emprenderás para reducir el agotamiento
1
2
3





Comentarios