LA PARADOJA DEL ALTO RENDIMIENTO, Cómo darlo todo sin quedarte sin nada
- 27 mar
- 3 Min. de lectura
Del Blog de Hilda,
Nuevamente, te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. Una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva te llevarán a hacer algo diferente (#HAD).
Esta semana la conversación está dedicada a pensar en tu definición de éxito junto con las acciones para tu bienestar.
Redefiniendo el éxito
En el mundo corporativo, el alto rendimiento suele asociarse con largas jornadas, alta presión y una dedicación inquebrantable al trabajo. Sin embargo, sabes en el espiral que entras ¿cierto? Dar mucho, junto con una alta demanda y sin darte cuenta, terminas agotado, desconectado de tu propósito y con una sensación de insatisfacción porque los pendientes no se acaban.
Seguramente te has cuestionado en diversas ocasiones, si es posible sostener un desempeño excepcional sin sacrificar tu propio bienestar. La respuesta es sí, siempre y cuando cambies patrones y adoptes estrategias que equilibren el éxito con la plenitud.
Revisemos los siguientes enfoques:
1. Redefinir el éxito: no se trata solo de resultados
Para muchos ejecutivos, el éxito se mide en logros tangibles: proyectos, rentabilidad, reconocimiento. Sin embargo, el verdadero éxito no solo radica en lograr los indicadores, sino en la calidad del camino recorrido. ¿De qué sirve alcanzar un objetivo si están en riesgo tu salud, vida personal o pasión por lo que haces?
Y tú, ¿cómo definirías el éxito?
Te recomiendo, que, con tu reflexión, encuentres más de una medición, con la finalidad de ampliar la perspectiva respecto al impacto de lo que vas a lograr. Pensemos en el reto de mantener el peso o reducir los kilos que nos sobran. Si la medición es solo numérica y la báscula después de tanto esfuerzo no muestra avance, tenderemos a decepcionarnos y hasta posiblemente podríamos abandonar los esfuerzos que nos llevarán a un buen resultado.
Pero, que tal sería, si pensáramos que, junto con el valor numérico, añadiéramos un indicador de calidad, tal como: el nivel de energía que notamos, la reducción en la molestia de las rodillas, la ligereza al hacer ejercicio, una disminución en la agitación, el sentirnos satisfechos, menores molestias del estómago, etc.
2. Tener un alto rendimiento sostenible
Siendo un líder de alto impacto sabrás, que el desgaste extremo no funciona para dar resultados; es el administrar tu energía de manera inteligente lo que te llevará a rendir al máximo. Esto implica:
· Gestionar la energía, de la misma manera que lo haces con el tiempo: conocer tus ritmos de productividad, aprovechar los picos de concentración.
· Priorizar la recuperación y recarga: incorporar pausas activas, descanso y tiempo de desconexión.
· Delegar de manera efectiva: confiar en el equipo y enfocarte en lo que realmente aporta valor (te invito a ver los recursos que tengo para hacer crecer las capacidades del equipo y las recomendaciones para delegar responsabilidades).
3. Tu conciencia como herramienta para liderar
Liderar con efectividad es un recorrido de adentro hacia afuera. La autoconciencia permite identificar señales de agotamiento antes de que sea tarde y ajustar el rumbo a tiempo.
Algunas prácticas incluyen:
Reflexionar sobre el impacto de tus decisiones y cómo te afectan emocionalmente.
Crear espacios para el silencio y la introspección.
Buscar retroalimentación genuina sobre cómo te perciben y cómo influyes en tu equipo.
4. Descanso, enfoque y recuperación: claves del liderazgo efectivo
Uno de los grandes errores en el mundo ejecutivo es ver el descanso como una pérdida de tiempo.
En realidad, la pausa es la estrategia más poderosa para sostener el alto rendimiento. Estudios han demostrado que los líderes que priorizan su bienestar logran mejores resultados, toman decisiones más acertadas y desarrollan equipos más comprometidos y ¿sabes a qué se atribuye? A tener una mente despejada.
5. Liberar espacio mental y emocional
Muchos líderes creen que deben hacerlo todo, cuando en realidad, su mayor fortaleza está en desarrollar equipos autónomos y empoderados.
Estrategias como declinar, negociar, delegar, clarificar, cancelar y diferir, liberan carga operativa, permiten que otros crezcan y contribuyen a que entregues resultados de mayor impacto.
Conclusión:
+ Equilibrio = Mejores Resultados
Alto rendimiento y bienestar son una fórmula que quieres mantener unida a fin de crear resultados y una vida plena. De hecho, los líderes más influyentes y sostenibles son aquellos que logran balancear la excelencia con el enfoque en el cuidado personal.
Hoy, la pregunta que te dejo es:
¿Cuál es el pequeño ajuste que podrías hacer hoy, para liderar con más claridad, propósito y bienestar?
Esta es siempre una invitación para Hacer Algo Diferente (#HAD).






Comentarios