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Puntos Ciegos en el Liderazgo

El Riesgo de No Mirar


Nuevamente, te doy la bienvenida a este espacio de reflexión y acción. Una idea, una palabra, un pensamiento, un nuevo entendimiento o una perspectiva te llevarán a hacer algo diferente (#HAD). 


Esta semana la reflexión es en torno a descubrir, identificar, concientizar y permitirte confrontar tus puntos ciegos.


Revisemos en donde radica el problema.


El Espejo Retrovisor del Líder: Lo que No Ves Puede Frenarte


Imagina que estás manejando un auto a toda velocidad en una carretera.


Sientes que tienes el control; el camino frente a ti es claro, el motor responde con potencia y sabes exactamente hacia dónde vas. Sin embargo, hay un problema: no has revisado tus espejos retrovisores.


De pronto, haces un giro sin darte cuenta de que había un auto en tu punto ciego. El resultado puede ser serio o quizás tengas que hacer una maniobra brusca para corregir el rumbo. En el mejor de los casos, solo sufres un susto; pero en el peor de los casos puedes tener graves consecuencias.


Lo mismo ocurre en el liderazgo. Los puntos ciegos son esas áreas que no ves, pero que pueden impactar tu capacidad de tomar decisiones, de liderar con efectividad, de aprovechar oportunidades clave, de cambiar el rumbo.


¿Cómo se manifiestan los puntos ciegos en el liderazgo?


No ver el impacto que tienes en los demás

Un líder puede pensar que está motivando a su equipo, pero si no revisa el “espejo retrovisor” (es decir, si no pide feedback honesto), podría descubrir que su estilo de liderazgo está causando estrés, desmotivación, falta de claridad o alineación, problemas en el equipo, impacto en el negocio o en los clientes.

 

Creer que no necesitas ajustar tu rumbo

Así como un conductor confía en su experiencia al volante, un líder con años de trayectoria puede creer que sus decisiones son siempre acertadas. Sin embargo, las tendencias del mercado son distintas, hay cambios en la industria o nuevas formas de liderazgo que podrían mejorar el desempeño.

 

No notar cuándo te estás quedando atrás

Cuando un ejecutivo se enfoca tanto en la operación diaria, deja de aprender, innovar o prepararse para los cambios del entorno.


Puntos ciegos comunes


Para generar conciencia, aquí hay 5 factores que denotan que no estamos atendiendo lo que nos estorba.


El ego

Creer que se tienen todas las respuestas y no escuchar otras perspectivas es un desperdicio a nuevas posibilidades y una forma de descartar gente, ideas y oportunidades.


También pasa cuando notamos que no delegamos todo lo que podríamos, porque nadie lo hará mejor que uno mismo.


La comodidad

Un enemigo del cambio es no ver la necesidad de cambiar porque “siempre se ha hecho así”. La comodidad hace que evitemos conversaciones difíciles por no querer pasar por momentos de incomodidad, por lo que podrían perderse posibilidades de resolver, decidir o lograr.


Estar en una zona de confort genera estancamiento, rezago y resultados negativos en lo personal y para el negocio


El exceso de confianza en la intuición

Tomar decisiones basadas solo en experiencias pasadas, sin considerar datos nuevos, tiene su riesgo. También lo es, el no cuestionar suposiciones y operar en piloto automático.


El impacto en los demás

Cuántas veces no nos damos cuenta del efecto que nuestro liderazgo tiene en el equipo. Podríamos creer que el equipo está motivado cuando en realidad hay desgaste, diferencias, mal ambiente, bajo rendimiento, etc.


El crecimiento personal

Nunca te aconsejaría dejar de invertir en tu propio desarrollo porque “lo sabes y tu experiencia lo resuelve”.


Descuidar el aprendizaje y el autoconocimiento es un error y podrás notar las implicaciones de una decisión como esa.


¿Cómo descubrir y superar los puntos ciegos?


Algunas estrategias prácticas son las siguientes:

  1. Preguntar más y asumir menos. Escuchar activamente sin reaccionar de inmediato.

  2. Solicitar retroalimentación radicalmente honesta. No solo de pares, sino de

    personas en distintos niveles.

  3. Crear espacios de diálogo abiertos.

  4. Cuestionar creencias y hábitos. Lo que te trajo hasta aquí no necesariamente te llevará más lejos.

  5. Ampliar el círculo de influencia. Relacionarse con personas fuera de tu industria o disciplina.

  6. Exponerse a nuevas ideas y desafiar creencias limitantes.

  7. Equilibrar la intuición con el análisis objetivo.

  8. Mantener un aprendizaje constante y buscar mentores. Rodéate de personas que desafíen tu pensamiento.

 

Comparto algunas preguntas para tu reflexión:

  • ¿Cuándo fue la última vez que pediste una retroalimentación sincera?

  • ¿Cómo sabes que tus decisiones realmente están impactando de la forma en que crees?

  • ¿Qué áreas de tu liderazgo podrías no estar mirando?


Esta es siempre una invitación para Hacer Algo Diferente (#HAD).




 
 
 

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